domingo, 27 de febrero de 2011

La ceremonia de los Oscar 2011

Estoy siguiendo la ceremonia de los Oscar desde una minúscula habitación de hotel en el centro de San Francisco. Con el riesgo de que esta sea una entrada un poco desbaratada, aquí iré escribiendo mis impresiones mientras veo la ceremonia. Los premios de mi quiniela que acierte los iré poniendo en azul, para hacer la cuenta. 

James Franco y Anne Hathaway son una pareja extraña para presentar los Oscar, pero parecen tener mas chispa que Steve Martin y Alec Baldwin el año pasado. Anne Hathaway es muy pizpireta, y James Franco parece un poco fumado, pero de momento los dos tienen cierta gracia. 

Tom Hanks otorga dos oscars--espero que sea una indicación de que la ceremonia va a ser ágil y rapidita.

Kirk Douglas con todos sus años eclipsa a todo el mundo, y como es realeza de Hollywood, se puede permitir abrir el sobre y tener a la sala en vilo mientras cuenta sus batallitas antes de anunciar la ganadora de mejor actriz secundaria. La ganadora, Melissa Leo, suelta un "fucking" calculado para llamar la atención, en medio de un discurso que la presenta como una mujer ambiciosa pero fuera de lugar en esta ceremonia.

Aaron Sorkin recoge su cantado premio al guión adaptado por La Red Social, haciendo un homenaje al guionista de Network, Paddy Chayefsky (una película que está más vigente que nunca, a pesar de tener 35 años).

¡Qué alegría ver a Christian Bale subir al escenario! (y qué preparado se tenía el discurso).

Por lo visto, la historia de las bandas sonoras cinematográficas se resumen en John Williams, Maurice Jarre, y  Elmer Bernstein por una partitura que era originalmente para un musical teatral. (Y me encanta que haya ganado una de mis partituras favoritas y más originales del año.)

Colleen Atwood recibe su tercer oscar por diseño de vestuario, y se dedica a leer malamente su discurso. Se supone que ya tenía experiencia.

La canción de Randy Newman para Toy Story 3 suena exactamente igual que sus otras canciones nominadas. Este hombre no compone, tira de fotocopiadora. La canción de Tangled también suena a típica baladita de Disney, porque Alan Menken también lleva muchos años repitiendo fórmula. La canción de la Paltrow es típica baladita de oscar. La rara es la canción de 127 horas, que es bien bonita. (¿Se nota cuál es mi favorita?). Y se lleva el oscar Randy Newman por más de lo mismo. Hace años que esta categoría es una broma. 4 canciones nominadas, y sobran 3...

Hillary Swank presenta a Katherine Bigelow (presentan a la presentadora de la presentadora del premio...). Y gana Tom Hooper, que ya me lo temía porque se había llevado el premio del sindicato de directores.

Como el año pasado, y para hacer la ceremonia más ligera, los oscar honoríficos los resumen y luego invitan a los premiados a que paseen el premio.

Odio, odio, odio como preparan a los nominados a mejor actor y actriz (y encima ahora lo han copiado en los Goya), aunque este año no hagan lo de tener a un actor para cada nominado. Es cursi, memo y vergonzoso. Sandra Bullock consigue hacerlo un poquito más ameno que de costumbre, y tiene su gracia, pero sigue siendo bastante incómodo de ver.

Olé tito Spielberg, y su lista de películas que han perdido el oscar de Mejor película (entre ellas, Toro Salvaje y Ciudadano Kane). Otra de las tonterías modernas de la academia. ¿Para qué tantas películas nominadas a la categoría mayor?

(Por cierto, han destripado esta noche tanto El Discurso del Rey como Valor de Ley. Manera de animar a la gente a ir al cine...)

La ceremonia ha sido un tanto sosa, el sentido del humor de James Franco parecía fuera de lugar, y los premios en su mayoría predecibles (he acertado 13 este año....). ¿Y a qué viene cerrar con un coro de niños?  Vaya memez...

Otro día hablo de por qué El Discurso del Rey me recuerda a Carros de Fuego.



Mejor Película
The King's Speech 

Actriz Principal
Natalie Portman, por Cisne Negro 

Actor Principal
Colin Firth, por El Discurso del Rey 

Actriz Secundaria
Melissa Leo, por The Fighter 

Actor Secundario
Christian Bale, por The Fighter 

Dirección
Tom Hooper por  El Discurso del Rey 

Guión Original
El Discurso del Rey 

Guión Adaptado
La Red Social, de Aaron Sorkin

Película de Habla No Inglesa
En un Mundo Mejor (Dinamarca)

Película de Animación
Toy Story 3 

Fotografía
Origen

Montaje
The Social Network

Dirección Artística
Alicia en el País de las Maravillas 

Vestuario
Alicia en el País de las Maravillas

Banda Sonora
La Red Social, de Trent Reznor y Atticus Ross 

Canción
We Belong Together, Toy Story 3.

Sonido
Origen

Montaje de Sonido
Origen

Efectos Especiales
Origen

Maquillaje
El Hombre Lobo 

Documental (Largometraje)
Inside Job

Documental Corto 
Strangers No More

Corto de Ficción
God of Love

Corto de Animación
The Lost Thing

sábado, 26 de febrero de 2011

Mi Quiniela de los Oscars 2011

A medida que me vuelvo mayor me importan menos los Oscars, pero no quiero perder la oportunidad de comentar las películas nominadas este año, por lo menos las que he visto. Esta edición de los Oscar la veré por primera vez en la zona horaria donde tienen lugar, puesto que tengo que estar en California por cuestiones de trabajo. No me da mucho tiempo a pensarme la quiniela, y este año estoy menos puesta, así que a saber cuántos oscar acierto este año.

Lo que está claro es que ganan las películas más pequeñas, y que las grandes superproducciones, incluso cuando son buenas, como es el caso de Origen, no tienen mucho que ofrecer en cuestión de calidad. También es verdad que puede que los premios estén muy repartidos, dado que estas películas más pequeñas tienen que hacer campañas enfocadas a premios específicos. Si tengo oportunidad, escribiré otro artículo mientras veo la ceremonia.

Mejor Película
The King's Speech (porque es una de esas películas que le gustan a todo el mundo, si no, le tocará a La Red Social)

Actriz Principal
Natalie Portman, por Cisne Negro (además de bordarlo, también hace sus propios números de danza)

Actor Principal
Colin Firth, por El Discurso del Rey (otro que lo tiene todo para llevárselo: tartamudez, drama, and flema británica)

Actriz Secundaria
Melissa Leo, por The Fighter (se ha llevado el resto de los premios este año; una pena, porque me encantaría ver a la Bonham Carter subirse al escenario)

Actor Secundario

Christian Bale, por The Fighter (porque lleva siendo un actorazo desde pequeñito, y eso de perder peso y hacer de drogadicto pinta mucho)

Dirección
David Fincher, por La Red Social (aunque Aronofsky se lo merezca más. El director de El Discurso del Rey me tiene mosca, porque se llevó el premio del Sindicato de Directores)

Guión Original
El Discurso del Rey (la historia conmovedora del año, aunque el guión más original del año haya sido Origen)


Guión Adaptado
La Red Social, de Aaron Sorkin (porque Hollywood está deseando darle un oscar)

Película de Habla No Inglesa
Biutiful (porque las otras no me suenan, y a Bardem le deben haber nominado por algo)

Película de Animación
Toy Story 3 (aunque a mí me gusta más El Ilusionista, de la que hablaré pronto)

Fotografía
Valor de Ley (porque otra cosa no, pero cada fotograma es un poema)

Montaje
127 horas (aunque Cisne Negro también era un reto para el editor)

Dirección Artística
Alicia en el País de las Maravillas (porque el diseño visual era lo único coherente y llamativo)

Vestuario
La Tempestad, de Sandy Powell

Banda Sonora
La Red Social, de Trent Reznor y Atticus Ross (de lo mejor de este año junto con Daft Punk metiendo caña en Tron: Legacy)

Canción
If I Rise, de 127 horas (porque el resto suenan a típica canción de oscar)

Sonido
Origen

Montaje de Sonido
Tron: Legacy (era lo único que merecía la pena, junto a Daft Punk)

Efectos Especiales
Origen (esas persecuciones en el hotel ingrávido son inolvidables)

Maquillaje
El Hombre Lobo (que sería un truño, pero tenía a Rick Baker dándole al latex y las prótesis)

Documental (Largometraje)
Exit through the Gift Shop (porque Banksy está de moda, y si gana la va a liar)

Documental Corto 
Killing in the Name

Corto de Ficción
Na Wewe

Corto de Animación
Day and Night, de Pixar (el único que he visto, y era una pequeña maravilla)

lunes, 21 de febrero de 2011

House: Una Casa Encantada Extraña y Terrorífica

La crónica de hoy no tiene nada que ver con la serie de televisión que protagoniza mi adorado Hugh Laurie, sino con una terrorífica historia de fantasmas japonesa de 1977, con el título original en inglés House (ハウス (Hausu)). Después de que hayan pasado 33 años, la película está haciendo las rondas por festivales como el de Sitges y salas de arte y ensayo. Es la película de terror más extraña que haya visto, más incluso que Messiah of Evil. Es una historia de fantasmas mezclada con las típicas historias en las que chicas inocentes encuentran un truculento fin una detrás de otra. Recuerda a Suspiria, de Dario Argento o La Residencia, de Narciso Ibáñez Serrador. Y es una de esas buenas películas que te has perdido.
Lo que diferencia a House es el contraste de imágenes estilizadas e idealizadas con la crudeza y oscuridad de la casa, utilizando la artificialidad para explicar cómo las futuras víctimas viven en una felicidad de cartón piedra. No os dejéis engañar por trasnochados efectos de chroma key, porque no se necesitan ordenadores para dar miedo. El logro de esta película es que aspira a enseñarnos las retorcidas torturas y desmembramientos de las chicas, pero más como una historia de fantasmas que una película gore. Las extremidades flotantes son perturbadoras pero también irreales, porque la película intenta mostrar cosas que son incluso difíciles de explicar: la casa devora a sus víctimas una a una. Y aunque suene a que estoy destripando la historia, no llega a explicar las proezas narrativas de la película.

La alegría e ilusión de las protagonistas alterna con los horripilantes ataques de la casa, combinando una fotografía típica de la época (contraluces, atardeceres anaranjados, filtros difuminados, gasas que flotan al aire) y decorados multicolor con una casa cubierta de telarañas, oscura y amenazadora. El director, Nobuhiko Ôbayashi, tenía experiencia como director de anuncios publicitarios, e utiliza todos el repertorio de trucos visuales disponibles en los 70: desde dobe exposición a transparencias, efectos estroboscópicos, filtros de colores, y película blanco y negro. El montaje de la película resulta ecléctico, así como la banda sonora: una melodía fantasmagórica que se repite durante toda la película, con unas cancioncillas pop en inglés que lo que consiguen es hacer la historia más desasosegante.

Para los que estéis más al día en películas de terror y cultura japonesa, esta película parece un cruce entre la serie de anime Azumanga Daioh y Evil Dead. Cuenta con siete protagonistas y cada una representa un estereotipo: la glotona, la estudiosa, la inocente, la dulce, la guapa, la peleona y la chica con talento musical. (Por cierto, Love Hina y Azumanga Daioh también siguen este modelo, aunque en un género muy diferente.) Los cruentos eventos de la película casi (solo casi) dejan chicos a Evil Dead: con mucha menos sangre y tripas, pero más imaginación si cabe.

Es imposible explicar esta película. Aunque contara el argumento no resulta tan impactante como verla. Incluso el tráiler no llega a transmitir la maravillosa extrañeza de House, aunque sí da una idea de lo que se puede esperar de ella. Una historia de fantasmas que es una película de arte y ensayo.

viernes, 11 de febrero de 2011

Valor de Ley: Los Coen también saben seguir fórmulas

Con el estreno de Valor de Ley (True Grit, 2010) en el Festival de Berlín, llega la última película de los hermanos Coen a las pantallas fuera de Norteamérica. A diferencia de lo que dicen otras fuentes, no es un remake de la película del mismo título con John Wayne, que fue la que le valió su único Oscar, sino una nueva adaptación de la novela que ya se adaptó en 1969.

Los Coen son un género en sí mismos, y sus películas son difíciles de clasificar; cuando se intenta etiquetar sus películas entre drama y comedia, nos encontramos con joyas como Fargo, o la injustamente olvidada Un Tipo Serio (A Serious Man, 2009). Incluso cuando se adentran en un género, consiguen transformarlo en algo diferente (véase Muerte Entre Las Flores (Miller's Crossing, 1990), o El Hombre que Nunca Estuvo Allí (The Man Who Wasn't There, 2001). Valor de Ley demuestra que los Coen también saben hacer una sobria película de género,  en este caso el Western. Pero esa sobriedad también me ha dejado un poco fría. Valor de Ley es un Western crepuscular, fenomenalmente escrito, precioso de ver, con un reparto ejemplar. Sin embargo, le falta un poquito de corazón, así como un pellizquito del cinismo y la excentricidad de los Coen, que es lo que siempre me atrae de su cine.

Tener a Jeff Bridges haciendo el papel de John Wayne es un buen gancho, y más cuando su previa colaboración con los Coen fue haciendo de El Nota (The Dude) en El Gran Lebowski (The Big Lebowski, 1998). Da envidia lo bien que está envejeciendo Bridges, y los papelones que está añadiendo a su repertorio. Su interpretación de viejo vaquero alcoholizado, que está de vuelta de todos los peligros del oeste americano, es divertida y conmovedora, y también es donde se nota un poquito el ramalazo de los Cohen, puesto que tiene unos pocos momentos en los que actúa como si fuera El Nota 20 años más viejo. La verdadera protagonista de la historia es la jovencísima Hailee Steinfeld, que interpreta a la decidida y cabezota Mattie Ross, quien no ceja en su empeño de vengar el asesinato de su padre. El único reproche que se le puede hacer es que suena mucho más adulta de lo que debería hacer, pero eso también es culpa del guión (y es la gracia del personaje).

La película es un recital en todos los sentidos, pero también parece que los Cohen están haciendo una película de encargo. Incluso Crueldad Intolerable (Intolerable Cruelty, 2003), una de sus películas más Hollywodienses, tiene una clara marca de la casa más obvia que Valor de Ley. Probablemente tenga que ver con Steven Spielberg, que aparece como productor ejecutivo, y con que es obvio que está calculada para la temporada de premios. Merece la pena verla: una sobria película de los Coen es siempre mucho mejor que la muchas de las aspiraciones pretenciosas que decoran las carteleras.

martes, 1 de febrero de 2011

Homenaje a John Barry

El domingo se nos fue uno de los grandes compositores de bandas sonoras, John Barry. A muchos les suena el nombre gracias a las bandas sonoras de Memorias de África (Out of Africa, 1985) y Bailando con Lobos (Dances with Wolves, 1990), que eran calcaditas la una de la otra. Sus bandas sonoras de los 80 y 90 son magistralmente melosas, pero también hay que recordar que Barry fue el que creó el apabullante sonido de las películas de James Bond. Aunque no compuso el famoso tema, sí hizo los arreglos para que fuera memorable. Entre los temas legendarios que compuso para la saga de Bond están Goldfinger, y la maravillosísima You Only Live Twice. Como homenaje a Barry, aquí va mi tema favorito: los créditos iniciales de 007 al Servicio Secreto de Su Majestad (On Her Majesty's Secret Service, 1969).

miércoles, 26 de enero de 2011

Machete!!

Machete es la primera película de la historia basada en un tráiler de sí misma. Cuando se estrenaron Planet Terror y Death Proof en EEUU en 2007, se proyectaban como un programa doble de películas de serie B. Para completar la broma, incluyeron una serie de tráilers falsos, algunos de ellos dirigidos por lumbreras como Edgar Wright y Eli Roth. Uno de ellos era Machete, protagonizado por el ex-presidiario Dani Trejo. La premisa de Machete era demasiado buena como para no hacer el resto de la película, así que Robert Rodriguez reclutó al director Ethan Maniquis para completar la historia. Además de reunir a los actores del tráiler, añadieron a gente como Jessica Alba, Michelle Rodriguez, Robert DeNiro, Steven Segal, y Lindsay Lohan, para así hacerla más atractiva para las grandes audiencias.

El resultado es típico de la factoría de Robert Rodríguez: Más que un cóctel, es un mejunje de ideas, en las que la mala leche queda diluida por las huecas referencias a la serie B. A veces hay más esfuerzo por justificar ciertos planos del tráiler que en contar una historia. La mayoría de las escenas por separado son hiperbólicas y divertidas, pero todas juntas son un desmadre. Lo mejor que se puede decir de la película es que es bastante entretenida, y hace de la exageración cutre todo un arte. Para mí fue la película perfecta para ver en el Alamo Drafthouse en Austin (Texas), donde se rodó la película.

Quién sabe si Machete hubiera incitado a la rebelión de los immigrantes mejicanos (como se temían los ultraconservadores estadounidenses) si la sátira estuviera más enfocada, y se hubiera empeñado menos en enseñar todo lo que estaba en el tráiler original y más en decir algo con substancia. No estoy pidiendo que fuera una película seria, la sátira es una de las mejores maneras de criticar alto y claro (ver ¿Telefono rojo? Volamos Hacia Moscú (Dr. Strangelove, 1964)). La situación de los emigrantes mejicanos en EEUU (legales e ilegales) se merecía mucha más mala leche. Lo digo como emigrante a quien le cabrean mucho las burradas como las leyes en Arizona, y que piensa que Machete es una oportunidad perdida.

Aquí os dejo con el trailer de la película, versión Cinco de Mayo (día nacional de México).

domingo, 16 de enero de 2011

Globos de Oro 2011

Una de las ventajas cinéfilas de vivir en EEUU es que las ceremonias de los Oscar y Globos de Oro las puedes ver a la hora de la cena sin tener que pasa la noche en vela, como pasa en Europa. Lo malo es que tienes que aguantar montones de anuncios de maquillaje y champú.  La ceremonia es rapidita y siempre es más relajada que los Oscar, aunque es el mismo tipo de paripé hollowoodiense de sonrisas forzadas y vestidos caros.

Este año el atractivo para ver  la ceremonia ha sido Ricky Gervais, que con su humor británico y su mala uva se mofa de Hollywood en sus narices. El año pasado se lo tomó como la única vez que iba a presentarlo, y por lo visto, presentar a Mel Gibson como un beodo dio buenos niveles de audiencia, así que le han contratado de nuevo.Gervais atacó de nuevo con su vaso de cervecita y su humor incómodo, que sólamente ha podido capear con clase Robert Downey Jr. Robert DeNiro, al recibir el premio a su carrera, ha dado un discurso sarcástico, muy a tono con el humor del maestro de ceremonias. Finalmente, Gervais ha cerrado su intervención dando gracias a dios por ser ateo; en ese momento las cámaras no le enfocaban, pero se ha escuchado perfectamente, así que los realizadores ya se lo temían.

La tontería esa de que los Globos de Oro son la antesala de los Oscar tiene que acabarse, dado que hace muchos años que los resultados de uno y otro no tienen absolutatmente nada que ver. La ganadora ha sido La Red Social, una buena película pero lejos de ser tan innovadora como Origen o Cisne Negro. Los premios de mejor actor y actriz de película dramática estaban cantados: Natalie Portman por  Cisne Negro y Colin Firth por El Discurso del Rey. La categoría de comedia este año era desoladora (que Alicia en el País de las Maravillas estuviera nominada es un claro síntoma de mediocridad); Toy Story 3 se ha llevado de calle el premio a mejor película de animación .127 horas no se ha llevado ninguna de sus 3 nominaciones, y The Walking Dead estaba nominada como mejor drama pero nada más. Aquí tenéis el listado completo de ganadores.

CINE
MEJOR PELÍCULA (DRAMA)
La Red Social

MEJOR PELÍCULA (COMEDIA)
The Kids Are All Right

MEJOR ACTOR (DRAMA)
Colin Firth, El Discurso del Rey

MEJOR ACTRIZ (DRAMA)
Natalie Portman, Cisne Negro

MEJOR ACTOR (COMEDIA O MUSICAL)
Paul Giamatti, Barney's Version

MEJOR ACTRIZ (COMEDIA O MUSICAL)
Annette Bening, The Kids Are All Right 

MEJOR ACTOR DE REPARTO
Christian Bale, The Fighter

MEJOR ACTRIZ DE REPARTO
Melissa Leo, The Fighter

MEJOR DIRECTOR
David Fincher, La Red Social

MEJOR GUIÓN
Aaron Sorkin, La Red Social

MEJOR PELÍCULA DE HABLA NO INGLESA
In a Better World (Dinamarca)

MEJOR PELÍCULA DE ANIMACIÓN
Toy Story 3

MEJOR BANDA SONORA ORIGINAL
Trent Reznor y Atticus Ross, La Red Social

MEJOR CANCIÓN ORIGINAL
"You Haven’t Seen The Last of Me", Burlesque

TELEVISIÓN
MEJOR SERIE (DRAMA)
Boardwalk Empire

MEJOR ACTRIZ (DRAMA)
Katey Sagal, Sons of Anarchy

MEJOR ACTOR (DRAMA)
Steve Buscemi, Boardwalk Empire

MEJOR SERIE (COMEDIA O MUSICAL)
Glee

MEJOR ACTRIZ (COMEDIA O MUSICAL)
Laura Linney, The Big C

MEJOR ACTOR (COMEDIA O MUSICAL)
Jim Parsons, Big Bang Theory

MEJOR MINISERIE O PELÍCULA HECHA PARA TELEVISIÓN
Carlos

MEJOR ACTRIZ EN MINISERIE O PELÍCULA HECHA PARA TELEVISIÓN
Claire Danes, Temple Grandin


MEJOR ACTOR EN MINISERIE O PELÍCULA HECHA PARA TELEVISIÓN
Al Pacino, You Don’t Know Jack

MEJOR ACTRIZ DE REPARTO EN MINISERIE O PELÍCULA HECHA PARA TELEVISIÓN
Jane Lynch, Glee

MEJOR ACTOR DE REPARTO EN MINISERIE O PELÍCULA HECHA PARA TELEVISIÓN
Chris Colfer, Glee

jueves, 13 de enero de 2011

Cisne Negro: La otra cara de El Luchador

La última película de Darren Aronofsky, Cisne Negro (Black Swan), es una historia de obsesión por la perfección en el arte, impedida por la represión sexual y paulatina psicosis de la protagonista. Es una historia conmovedora y horripilante, en la que la locura poco a poco se apodera del cuerpo de la protagonista, de tal manera que resulta una historia digna de David Cronenberg pero algo más soportable para el público general.


Natalie Portman lleva el peso de la historia, bailando durante la mayor parte de ella y prestando gracia y constancia al personaje. Su logro es hacer que simpaticemos con un personaje que, interpretado por otra actriz, podría haber resultado repelente: una bailarina perfeccionista, frígida, ambiciosa y paranoica perdida. Consigue transmitir el esfuerzo y la dificultad de su trabajo. Es una de esas interpretaciones de libro que seguirá dando que hablar en los próximos meses. La Portman estará en la ceremonia de los oscar más que seguro.

Lo más curioso es ver esta película como complemento a El Luchador (The Wrestler, 2008), la anterior película de Aronofsky. Los protagonistas de ambas películas son artistas que trabajan con su cuerpo, uno con la lucha libre y la otra con la danza. Los dos buscan reconocimiento, el luchador porque lo ha perdido y la bailarina porque busca que su perfección sea reconocida. Para el luchador, su oficio le hace olvidar los fracasos de su vida; para la bailarina, sus problemas emocionales interfieren con su arte. Tendría que ver de nuevo El Luchador para establecer los paralelismos, que son bastante evidentes. (Spoiler para los que la hayan visto, selecciona el texto para leerlo: el plano final de ambas películas es muy similar, con un fundido a blanco)

Cisne Negro es perturbadora y fascinante, y probablemente acabe siendo un clásico, o por lo menos como un referente en las escuelas de cine. Aronofsky inventa su propio lenguaje y del proceso resultan imágenes y escenas memorables, sobre todo las que tienen que ver con la obsesión de la protagonista y su transformación en la bailarina estrella que desea ser. De una factura intachable, saldréis del cine con la música de El Lago de los Cisnes metida en la cabeza, tan obsesionados con la obra de Tchaikovsky como el personaje de Natalie Portman

martes, 11 de enero de 2011

Las películas más prometedoras del 2011

Es época de hacer listas de las películas que hay que ver en el nuevo año. En vez de enumerar los títulos que menciona todo el mundo, mi lista incluye títulos un poquito más rebuscados, que probablemente no tengan amplia distribución, pero que prometen ser interesantes. Estas son las películas que, a priori, tengo más ganas de ver este año.

1- El Ilusionista (L'illusionniste) de Sylvain Chomet, del director de Bienvenidos a Belleville (Las Triplettes de Belleville, 2003). Esta película apela a dos de mis debilidades: está basada en un viejo guión que Jacques Tati (Las Vacaciones del Sr. Hulot (Les Vacances du Monsieur Hulot, 1953), Día de Fiesta (Jour de Fête, 1949) nunca llegó a rodar. Aunque es una película de animación, la acción ha sido transladada a Edinburgo, una de mis cuidades favoritas de todo el mundo y donde viví durante algo más de un año. El delicioso trailer y la immaculada factura visual, además de ver poder ver una versión animada de Tati que realmente le hace revivir, prometen una película llena de encanto. Aquí teneis el trailer en inglés 


2- Tinker, Taylor, Soldier, Spy (no hay título disponible en español) está basada en una novela de John LeCarré, que ya fue llevada a la televisión con Alec Guinness como protagonista. Gary Oldman es el protagonista George Smiley en lo que parece una vuelta a papeles en los que puede lucir lo gran actor que es. Una historia de espías en plena Guerra Fría en la que Oldman tiene que descubrir quién de los maravillosos actores que forman el resto del reparto es un espía soviético, entre otros Tom Hardy (a quien tengo en mi lista de favoritos desde Bronson), Benedict Cumberbatch (el nuevo Sherlock), y Colin Firth (a ver si continua su racha después de El Discurso del Rey). Para ponerle la guinda al pastel, dirige Tomas Alfredson, que ya hizo la maravillosa Déjame Entrar (Låt den rätte komma in, 2008), que no hay que confundir con el innecesario remake hollywoodiense del año pasado.

3- A Dangerous Method, dirigida por David Cronenberg, quien ya de por sí es razón suficiente para ir al cine.   La película cuenta las diatribas entre Sigmund Freud (Viggo Mortensen, que se ha convertido en el actor talismán de Cronenberg) y Carl Jung (Michael Fassbender, que parece estar en todos sitios este año), quienes se disputan el diagnóstico de una paciente interpretada por Keira Knightley. El guión es de Christopher Hampton, que también escribió la obra de teatro en la que se basa (The Talking Cure), y quien también escribió Las Amistades Peligrosas (Dangerous Liasons, 1988), Carrington (1995), El Americano Impasible (The Quiet American, 2002) y Expiación (Atonement, 2007). Cronenberg hurga en los traumas y retorcimientos de la mente humana como nadie, y siempre ha tenido sitio para explorar diferentes perversiones sexuales, así que su versión sobre los orígenes del psicoanálisis puede ser de todo menos previsible y remilgada.


5- The Rum Diary, dirigida por Bruce Robinson. Basada en una novela de Hunter S. Thompson (Miedo y Asco en Las Vegas), en parte del proyecto de Johnny Depp de llevar la obra del escritor al cine (por lo visto eran buenos amigos después de que Depp le interpretara en la película de Terry Gilliam). La irreverencia de Thompson siempre me ha llamado la atención, pero para mí el gancho de esta película es que es el mismo director / escritor de Withnail and I, una oda al alcoholismo inspirado y gamberro inspirada en su propia vida. Dado que el protagonista de The Rum Diary es un retrato ficticio de su autor, famoso por su amor a la botella y a experimentar con drogas, la vuelta de Robinson puede ser una de las sorpresas del año.

Esta lista no incluye títulos que se estrenarán fuera de EEUU en los próximos meses porque ya las he visto (e.g. Cisne Negro (Black Swan), o Valor de Ley (True Grit), Nunca Me Dejes (Never Let Me Go)) y pronto publicaré sus crónicas. Otras películas que también frecuentan estas listas ya tienen crónicas, como 127 horas o El Discurso del Rey (The King's Speech), porque para eso está este blog. También espero con impaciencia a que se estrenen por estos lares Balada Triste de Trompeta, de Álex de la Iglesia y Agnosia, de Eugenio Mira. 

En menor medida, y porque una cinéfila no puede vivir sólo de 4 películas todo el año  también tengo curiosidad por otros títulos que están en las listas más típicas de superproducciones que se estrenan este año: Thor (dirigida por Kenneth Branagh, a cuyas películas aún les tengo mucho cariño), The Green Hormet (Michel Gondry haciendo una película a lo Hollywood? Seguro que no), Pirates of the Caribbean: On Stranger Tides (no sé si es morbo o sadomasoquismo, pero me gustaría ver qué han hecho con la novela de Tim Powers del mismo título, que ya inspiró el juego El Secreto de Monkey Island); X-Men: First Class (Brian Signer produce, Matthew Vaugh dirige la historia de los orígenes de Dr Xavier y Magneto, a ver si nos hacen olvidar el desastre que fue X-Men 3); The Adventures of Tintin: The Secret of the Unicorn (Peter Jackson y Spielberg mano a mano, con un guión de Steven Moffat (Doctor Who y Sherlock), Edgar Wright (Scott Pilgrim contra el mundo), Real Steel (una vieja historia de The Twilight Zone escrita por Richard Matheson, ahora con efectos digitales y Hugh Jackman), y War Horse (la otra peli de Spielberg este año, dramón de libro de nuevo con Benedict Cumberbatch y Emily Watson). 

También hay películas que ya tengo en mi lista negra y que no pienso perder el tiempo en ver. A saber: Transformers: The Dark of the Moon (paso de Michael Bay y de su manía de utilizar la cámara como una coctelera), Cars 2 (adoro y venero a Pixar, pero Cars era bastante floja y el tráiler de la secuela promete más mediocridad), y Cowboys and Aliens (o cómo desperdiciar a Daniel Craig y Harrison Ford con una premisa que podría ser interesante, pero que se ve bastante idiota en el trailer). Una ve de todo, pero prefiero emplear mi tiempo en descubrir joyitas de nuevos cineastas o de gente con menos currículum, que son los que nutren mi cinefilia.

martes, 4 de enero de 2011

El Discurso del Rey: El Discreto Encanto de la Monarquía

La primera película que he visto este 2011 ha sido El Discurso del Rey (The King's Speech). La premisa se veía simpática (los problemas del Duque de York para hablar en público), y el reparto era bastante atractivo, todo presentado con un aire superbritish al que no me puedo resistir. El Discurso del Rey es encantadora; una de esas películas que son notables porque todos sus aspectos están en harmonía. Aunque puede que la película esté hecha para la temporada de premios, lo más destacable de su factura es la calculada modestia con que está hecha. Es una historia de superación personal, pero no presenciamos un milagro, ni personajes extraordinarios. De hecho, la clave de la película está en presentar a la familia real británica como una familia corriente, y las dificultades que tiene el Duque de York con un problema cotidiano que se vuelve inmenso dadas las circunstancias (ser un rey tartamudo es un papelón). Todo está hecho con mesura: un buen guión con comedia y drama en su justa medida, un reparto estupendo que sabe que no tiene que demostrar lo buenos actores que son, una narrativa audiovisual elegante pero sutil. En fin, da gusto ver una peliculita así para empezar el año.

El reparto está a punto de caramelo: Colin Firth lucha con su tartamudeo con la ayuda de un (casi sorprendentemente) comedido Geoffrey Rush; Helena Bonham-Carter se eleva a un nuevo nivel de rosa inglesa al interpretar a la Reina Madre misma. Como sorpresa (confieso que no había mirado mucho más el reparto) tenemos a Guy Pearce interpretando al Príncipe de Gales (¡cómo me gusta este hombre, vale para todo!), y a Derek Jacobi haciendo del gruñón Arzobispo de Canterbury. Michael Gambon es el rey Jorge V, y Claire Bloom es la reina consorte (los años que lleva esta señora al pie del cañón). Dos horitas de inglés posh (en versión original, claro), que harán las delicias de los anglófilos como yo y mi amigo Paco, a quien sé que le va a gustar.

viernes, 31 de diciembre de 2010

Gracias, CNN+

El martes a medianoche acabaron las emisiones de CNN+ después de 11 años en antena. Y es una putada. Era el canal que me permitía saber qué es lo que pasaba en España (y en el resto del mundo, porque si vives en EEUU las noticias internacionales son una broma). Era mi fuente de noticias en castellano, y aunque hay muchas otras fuentes de noticias en español en internet, a la que le tenía más cariño. Cuando llegué a EEUU era la única cadena española que se podía ver de manera fiable; el streaming no era público pero siempre se podía encontrar un enlace que funcionara. El día de los atentados del 11-M, que sentí muy cerca aunque estuviera en Boston, estuve al día de lo que pasaba gracias a CNN+. Escuchaba las noticias mientras hacía las cosas de la casa; me llevaba el portátil a la habitación donde estuviera y lo utilizaba como si fuera un transistor, echando un vistado de cuando en cuando. Gracias a la emisión 24 horas, podía enterarme de las noticias aunque fueran las 3 de la mañana en España. Las voces de los locutores, las musiquillas, y las promos me han hecho compañía todos estos años, porque me proporcionaban un vínculo con mi vida en España. Ahora que se ha acabado, estoy como un poco perdida y me siento un tanto desconectada.

Como cualquier fuente de noticias, CNN+ seguía una ideología. El objetivismo absoluto en las noticias no existe, pero se puede dar cabida a diferentes posturas. Gracias al buen hacer periodístico de CNN+, también había sitio para ideologías contrarias, había debates que incluían a gente que no estaba de acuerdo, pero que podían hablar sin tirarse los trastos a la cabeza. Estar al día era fácil porque las noticias se actualizaban cada pocas horas; con la adquisición de Telecinco llegaron más reportajes (y durante una temporada el Caiga Quien Caiga) y menos noticias habituales, pero la calidad no se resintió.

Desde aquí quiero dar las gracias al enorme equipo de CNN+ por su buen hacer durante tantos años, y mandarles un mensaje de ánimo, con la esperanza de que encuentren la manera de seguir haciendo periodismo que ha caracterizado a la cadena.

Lo más triste es que CNN+ cierra porque no era rentable. Es la misma filosofía que tienen aquí en EEUU: las noticias tienen que ser espectáculo para que la gente las vea, no información o servicio publico; no se puede pedir a la audiencia que piense. Dice mucho de los ejecutivos de televisión, pero también dice mucho de la mayoría de los televidentes. Por lo visto, el canal 24 horas de Gran Hermano tiene pinta de ser más rentable que las noticias actualizadas, el debate y la información que hace pensar. Ver los minutos finales de CNN+ te rompe el corazón, cuando ni siquiera dejan un segundo para que se vea le cartel que anuncia el fin de las emisiones y meten directamente el logo de Gran Hermano. 



Aunque hay muchas fuentes para poder ver televisión española online, además de televisiones de habla hispana tanto por internet como por el cable de EEUU, la pérdida de CNN+ es irreparable.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Plácido (1961): Y que tengan ustedes una Feliz Navidad

Tenía reservada para ver estas fiestas Plácido, de Luis García Berlanga, como mi homenaje póstumo y personal. Casi 50 años después de su estreno, la historia está a la orden del día: la clase obrera tiene que hacer malabarismos para pagar sus facturas, mientras que los ricos juegan a guardar las apariencias e utilizan la caridad como actividad social. Vivimos en una segunda era Berlanguiana, o a lo mejor es que nunca salimos de ella. Así que mi crónica navideña es un tanto gruñona.

Plácido Alonso (Cassen)  tiene que pagar el primer plazo de su motocarro, y para conseguir el dinero tiene que conducirlo de aquí para allá. El tiempo se agota mientras que es testigo de una situación esperpéntica tras otra, siguiendo a Gabino (Jose Luis López Vázquez), que le ha prometido que le pagará y le ayudará a convencer al notario para que le deje pagar después de plazo. Plácido tiene que ayudar en un evento de caridad, en el que los ricos llevan un pobre a su casa para que cene con ellos en Nochebuena, pero que en realizad es una estrategia publicitaria de un comerciante de ollas exprés. Los pobres, los viejos, y la clase obrera son figurantes dentro del paripé y las aspiraciones vanas de los que tienen más. Como es típico de Berlanga y Azcona, es una película coral, aunque aquí tenemos dos bandos: los pobres y los ricos. Y en medio tenemos a Gabino, niño bien que intenta mantener las apariencias, pero que también es el único que medio intenta ayudar a Plácido y que trata a la gente pobre como personas (más o menos).

No me apetecen las cursiladas navideñas y los villancicos memos para celebrar las fiestas, porque hay mucha gente que lo está pasando muy mal, y las frases manidas suenan huecas. Mis mejores deseos navideños van para los Plácidos de todo el mundo, que luchan todos los días para salir adelante en un entorno social y económico que está hecho para aprovecharse de ellos.

Como dice el villancico al final de la película:

Madre, en la puerta hay un niño
Tiritando está de frío.
Anda y dile que entre,
Que calentará,
Porque en esta tierra
Ya no hay caridad,
Ni nunca la ha habido,
Ni nunca la habrá.

Feliz Navidad.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

127 Horas: Atrapado en una Grieta

ÑTengo cierta debilidad por las películas de Danny Boyle. Junto con David Fincher, es uno de los pocos directores que puede contar historias como si fuesen un videoclip. 127 horas (127 hours) es su siguente obra después de Slumdog Millionaire (2008). Lo mejor es que, en lugar de querer hacer una película con el tipo de presupuesto que puede pedir un director que ha ganado un oscar, Boyle nos regala una historia extraña y extrema, sobre un escalador que estuvo atrapado en una grieta del desierto de Utah durante cinco días, sin poder moverse porque su brazo se había quedado entre una roca y la pared de la grieta.

Si esta historia hubiera sido contada al modo de Hollywood, hubiera sido algo así como Náufrago (Cast Away, 1999), la película de Tom Hanks. Una historia en la que se nos explica la vida del protagonista durante un tercio de la película, luego sus aventuras solitarias, y luego casi otro tercio para mostrar las consecuencias. En Náufrago se inventaron un "personaje" para que Tom Hanks tuviera algo que decir, así que mientras está en la isla, se dedica a hablar al balón Wilson.

127 hours tiene pocos preámbulos, y empieza con el primer día de las peripecias de Aron Ralston, interpretado estupentamente por James Franco como un aventurero medio colgado y medio iluminado. Después de demostrarnos su espíritu aventurero, y de un breve episodio con otras dos escaladoras, un estúpido accidente marca el principio del calvario de Ralston. La mayor parte de la película tiene lugar en una grieta, con un espacio mínimo para mover tanto la cámara como el actor. Lo que es más, el diálogo es bastante mínimo, en su mayoría dirigido a la cámara de vídeo en la que Ralston graba sus diarios. Todo está basado en hechos reales.



Antes de ver la película tenía mis dudas de si se podía hacer algo interesante con un protagonista solo y atrapado en una roca durante cinco días. Sabía lo que había pasado en realidad (atención: spoilers), y me preguntaba cómo se podría hacer creíble el que alguien decida cortarse el brazo.

Y ahí está la mano de Danny Boyle, con un buen guión, magnífico montaje, y James Franco llenando la pantalla, para hacer de Aron Ralston un personaje fascinante y de su suplicio una epifanía. Lo mejor es que la película no es una hagiografía de Ralston, ni se le hace un superhéroe: esa sería la versión al puro estilo Hollywood. 127 hours nos hace simpatizar con el protagonista, estamos atrapados con él, pero su historia es de supervivencia y de perseverancia. Cuidado: los más sensíbles (y puede que también los más duros) probablemente paséis un mal rato al final. Pero merece la pena.

127 horas es bastatnte ecléctica, pero también transmite una alegría de vivir que podemos entender y compartir. Un golpe de aire fresco que nos promete que a Danny Boyle no se le ha subido el óscar a la cabeza, y con el que tanto él como James Franco ya están haciendo las rondas en las ceremonias de premios de estas temporada.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Adiós, Blake Edwards

Anuncia Variety que hoy ha muerto Blake Edwards a los 88 años. Sin ser un revolucionario del cine, fue durante muchos años un estupendo director y guionista que nos dejó películas que siempre son una delicia revisitar, y que han envejecido estupendamente. También ha sido un director muy versátil, desde la comedia al drama. Aquí tenéis una breve lista de las películas que podéis ver esto días en su memoria.

  • Operación Pacífico (Operation Petticoat, 1958)
  • Desayuno con Diamantes (Breakfast at Tiffany's, 1961)
  • Días de Vino y Rosas (Days of Wine and Roses, 1962)
  • La Pantera Rosa (The Pink Panther, 1963)
  • La Gran Carrera (The Great Race, 1965)
  • Víctor o Victoria (Victor/Victoria, 1982)


Y para recordar a Edwards como el genio de la comedia elegante de los 60, aquí tenemos a Audrey Hepburn cantando Moon River, y la batalla de tartas de La Gran Carrera.





Sé que tiendo a escribir bastantes obituarios, creo que es la edad y el sentir que las figuras que siempre han sido referencia cinéfila en mi vida se van yendo poco a poco. Mi tía me llevó a ver Víctor o Victoria de pequeña, y aún le tengo cariño a la peliculita, que no es precisamente para niños...

martes, 7 de diciembre de 2010

The Walking Dead, Primera Temporada

Acaba de terminar de emitirse la primera temporada de The Walking Dead en EEUU, con tan sólo seis episodios. Basada en un cómic que sigue publicándose, la serie ha tenido un casi inesperado éxito de audiencia, sobre todo porque resulta extraño que una serie sobre un apocalipsis zombi haya acabado siendo más popular que Mad Men, producida por la misma cadena. The Walking Dead es la historia de la desolación y desesperanza definitiva de la humanidad, causada por una epidemia que transforma a la población en muertos vivientes. Y los muertos que no descansan a veces demuestran que puede que les quede algo de humanidad, o quizás sea algo que los vivos quieren ven en ellos.


No puedo juzgar cómo es la adaptación del cómic porque no lo he leído (está en mi larga lista de lectura). Como serie de televisión, es francamente irregular: arranca espectacularmente, con momentos desgarradores y también con escenas con tantas tripas que no me explico cómo la emiten en un canal de televisión "en abierto" (network television que lo llaman aquí); luego hay bastante relleno, vuelve a remontar y conmover, para finalmente acabar como una película de acción Hollywoodiense idiota que poco tiene que ver con la premisa inicial, y que traiciona el espíritu de la serie. Merece la pena verla (si no os importan mucho la sangre y las tripas), aunque ya os advierto que la calidad varía bastante de capítulo a capítulo. 

El éxito de la serie no es infundado. Es un drama apocalíptico en toda regla, que toma la epidemia y aplica sus consecuencias lógicas: la rápida desintegración de la sociedad, las secuelas psicológicas de perder a los seres queridos, del desarraigo, y de estar rodeados por la muerte. Creía que a lo mejor los zombis iban a repeler a muchos, pero al final tendré razón y parte del éxito de la serie se debe a que, en tiempos de crisis, las historias de horror resultan casi reconfortantes, y el apocalipsis zombi es definitivamente mucho peor que el terrible bajón económico.
Como nota personal, lo que me descoloca un poco es que la acción tiene lugar en Atlanta y alrededores, donde viví tres años. Así reconozco bastantes lugares que aparecen (en el centro de la ciudad, detrás del cuartel general de la Cocacola, y el acuario, entre otros), y que no han tenido que cortar muchas calles para rodar, porque Atlanta tiene pocos peatones. Pero dos otras cosas que no me cuadran. 1- En Atlanta no hay tantos autobuses, el transporte público es irrisorio. También faltan zombis superobesos, porque la cantidad de gente que se pasa de la XXL en Atlanta sí que es terrorífica.
Por lo que parece, la serie se está emitiendo en la cadena Fox en países de habla hispana (España, Argentina y México al menos), aunque creo que todavía no está doblada. Supongo que las cadenas se apuran a poner las series, aunque sea con subtítulos, para contrarrestar la efectividad y rapidez del P2P.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Todas las Cabeceras de las Series de Anime son Iguales

Este montaje recoge momentos de 92 series de dibujos animados japonesas, desde mediados de los 80 hasta ahora. La gracia está en que es una lista de todos los clichés que utilizan en las cabeceras, y la verdad es que lo clavan. El vídeo tiene menos gracia si has visto pocas series anime, pero si eres un incipiente otaku hispanohablante te darás unas risas. (No os olvidéis de que todos somos un poco frikis y llevamos viendo animación japonesa toda la vida...)

viernes, 26 de noviembre de 2010

El Arte del Trailer Subversivo

El arte del montaje no sólo se refiere a las películas, sino también a los trailers, que tienen que contar de qué va la película para enganchar a la audiencia. Gracias a YouTube y a lo accesibles que se han vuelto las herramientas de edición profesionales, podemos disfrutar de trailers re-editados de películas, que cambian la percepción de la película a través del montaje, la música y los intertítulos. Así tenemos películas de terror que se convierten en comedias, y películas románticas que se convierten en thriller psicológico, entre otras cosas. Aquí tenéis algunos ejemplos.

El Resplandor (The Shining, 1980) de Kubrick se convierte en una comedia familiar. Mi trailer subversivo favorito.


 

Mary Poppins (1964)se convierte en una película de terror. Cuando lo piensas, la verdad es que Mary Poppins tenía un punto siniestro...



Algo para Recordar / Sintonía de Amor (Sleepless in Seattle, 1993) es un thriller en el que un viudo se ve perseguido por una mujer que está obsesionada por él.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

La Red Social (The Social Network): ¿Cuánto valen tus amigos?

Tengo una teoría sobre David Fincher: alterna truños con películas estupendas.* De momento, mi teoría se mantiene: La Red Social (The Social Network, 2010) es una historia sólida y bien contada, y aunque no me termine de llegar, da gusto ver películas así.

La Red Social trata con la paradoja de la vida de Mark Zuckerberg, co-fundador de la megared de redes Facebook: mientras que creó un sistema para ayudar a la gente a mantenerse en contacto (y a seguir sus páginas favoritas), Zuckerberg es retratado como alguien que tiene dificultades para hacer amigos y mantenerlos. El guión de Aaron Sorkin (El ala oeste de la Casa Blanca) consigue que esta historia, llena de decisiones de negocios, diseños de arquitectura informática y pleitos, sea interesante y, sobre todo, inteligible. Lo mejor es que no intenta dar demasiadas explicaciones sobre la conducta de Zuckerberg; las razones se intuyen pero sin dar explicaciones bobas. Consigue que una historia que, la verdad, me importaba poco, se vuelva algo instructivo e interesante.

Mi momento favorito de la película reúne el buen hacer de la narrativa visual de Fincher con la banda sonora de Trent Reznor (Nine Inch Nails) y Atticus Ross, que versiona  el Peer Gynt de Edvard Grieg. Fincher tira de sus raíces de director de vídeos musicales para narrar una regata, acompañada de una version electrónica y distorsionada de In The Hall of the Mountain King.

La Red Social es más que un retrato de la historia de nuestro tiempo, es una película de época, aunque sólo hayan pasado seis o siete años desde los hechos que cuenta. Merece la pena.



* A saber: Alien 3(1992) = truño; Se7en (1995) = puro noir de los 90; The Game (1997) = truño; Fight Club (1997) = subversión a ritmo de MTV; Panic Room (2002) = truño; Zodiac (2007) = un thriller sobrio que no fue lo suficientemente reconocido; El curioso caso de Benjamin Button (2008) = un poco menos truño, pero bastante aburrida (y un remake encubierto de Forrest Gump (1994)). Por la misma teoría, The Girl With The Dragon Tattoo, la siguente película de Fincher, se avecina como truño (Hollywood no puede hacer una película lo suficientemente sórdida como las novelas, y las películas que ya se han hecho en Suecia son bastante buenas). 

sábado, 20 de noviembre de 2010

Sherlock: El Genio Vuelve a la Televisión

La serie Sherlock es la puesta al día de las historias del famoso detective que recientemente produjo la BBC. Tres episodios de 90 minutos que constituyen de lo mejor que he visto en la televisión últimamente, y que no os deberíais perder (los lectores en España pueden ver el primer episodio en el canal TNT este fin de semana). La serie es mucho mejor que la versión que dirigió Guy Ritchie el año pasado, con auténtica frescura y modernidad, de la que Hollywood sabe muy poco. Como aquélla, Sherlock no es una adaptación de las historias de Arthur Conan Doyle, sino nuevas aventuras inspiradas en los personajes del escocés.


Lo primero que me encantó de la serie es el diálogo: ingenioso, exacto y ágil. Holmes está dibujado con precisión milimétrica como un "sociópata integrado," y su genio es palpable. También son evidentes sus pataletas, su falta de empatía, y su fascinación por los desafíos intelectuales. Watson, auque sigue siendo el contrapunto serio, también tiene su puntito transtornado, aunque bien disimulado. Los dos están interpretados por Benedict Cumberbatch, a quien Sherlock le sienta como un guante, y Martin Freeman, que interpreta al Watson más inteligente y desafiante que haya visto. (También es el nuevo Bilbo en la película de Peter Jackson, el caso de cásting más perfecto de los últimos años.)

Los responsables de la serie son los productores Steven Moffat y Mark Gatiss. Moffat también es el responsable del éxito de las nuevas temporadas de Doctor Who, así que habrá que nombrarle experto en revivals. El primer episodio, "A Study in Pink", está escrito por Moffat y Gatiss firma el tercero, "The Great Game"; ambos episodios son apabullantes. El segundo episodio, "The Blind Banker", sin ser malo, tiene menos garra y es un poco más trillado, pero el bache se debe más a la calidad de los episodios entre los que está. El ejercicio que llevan a cabo estos episodios me recuerdan a lo que hizo Alan Moore en League of Extraordinary Gentlemen (los cómics, por favor, no la espantosa película): los guionistas comprenden las historias y los personajes originales, y los hacen suyos en historias fascinantes.

Ya sabéis que soy un poco purista, y que prefiero la versión original. El doblaje al castellano parece medio decente, aunque la traducción me preocupa un poco:  "high-functioning sociopath" no es "sociópata con muchas habilidades" como dicen en el tráiler, sino "sociópata bien integrado (en la sociedad)". Aquí tenéis el tráiler de la BBC; si podéis verla en V.O. no perdáis la oportunidad.



(Otro día hablaré del Sherlock Holmes de Miyazaki, que ya apareció en la lista de series de dibujos animados que no sabías que son japonesas.)

sábado, 13 de noviembre de 2010

Recordando a Luis García Berlanga

Hoy ha muerto uno de los cineastas españoles más importantes, Luis García Berlanga. Durante 50 años de carrera, nos regaló historias que revelaban lo absurdo de sociedad española, haciendo virguerías para evitar los cortes de la censura durante la dictadura de Franco. Berlanga retrató España con la ayuda de guionistas como Rafael Azcona y Juan Antonio Bardem, utilizando la comedia poder digerir las diferencias de clases y el sinsentido de las aspiraciones sociales de los españoles.

Berlanga es una institución en España, donde la canción de Bienvenido Míster Marshall es parte del patrimonio cultural. Desafortunadamente, sus películas no tuvieron tanto eco fuera del país, quizás porque su mayor preocupación era retratar a la cultura española. Pero no os engañéis, la sátira berlanguiana se exporta bien a otros países, incluso después de todos estos años. Así que me gustaría animar a los lectores de Latinoamérica a descubrir el cine de Berlanga. empezando por Bienvenido Míster Marshall, y pasando por la maravillosa Calabuch, la ácida Los Jueves, Milagro, y los retratos de la clase obrera española en Plácido, El Verdugo y La Escopeta Nacional; Berlanga también contó su versión de la guerrra civil española en La Vaquilla. Hace no mucho me dio por un ataque Berlanguiano (adquirí una colección de DVDs de sus películas la última vez que estuve en Madrid), y me di cuenta de lo bien que su obra ha aguantado el paso del tiempo.

Siempre recordaré la historia que contó Berlanga sobre la censura española, cuando los censores vetaban los guiones incluso antes de rodar. Obligaron a Berlanga a quitar lo que era, literalmente, un "plano general de la Gran Vía." No había descripción, y a los censores les dio mala espina porque, conociendo a Berlanga, supusieron que podría enseñar a dos obispos saliendo de un cabaret o algo así. 

Si queréis saber más sobre Berlanga, podéis leer los especiales sobre el director en El Mundo y El País. Personalmente, mi recuerdo de Berlanga será haberle visto con Jose Luis Borau tomándose un café en la Fnac de Madrid. Gracias, Míster Berlanga.