Acabo de llegar a casa de ver Inception, la película a la que más ganas le tenía este verano. Y la verdad es que es estupendísima e inteligente. Le falta un trecho para ser genial, como ya le pasaba a The Dark Knight, pero dado que la mayoría de las películas provenientes de Hollywood suelen ser idiotas perdidas, en cuanto hay una que tiene un guión pensado y que hace pensar, enseguida se le califica de obra maestra (por lo menos a este lado del Atlántico en el hemisferio norte).
Es difícil escribir sobre Inception, porque lo mejor es ir sin saber nada de ella. Sólo hace falta decir que va sobre sueños, y que aunque es compleja (que no confusa), el argumento no es demasiado difícil de seguir. Lo mejor de la película es que da lugar a múltiples interpretaciones, y una se pasa un buen rato tratando de averiguar qué es lo que pasa realmente en la película. Mi recomendación es verla en compañía, y después comparar cómo la ha entendido cada uno.
El siguiente párrafo, aunque no contiene spoilers, da más información de la que probablemente queráis tener antes de ver la película. Advertidos quedáis.
Para ser sueños, la manera en que funcionan es terriblemente consistente. Hay una serie de reglas que son tan estables que no parecen un sueño. De hecho, los sueños a veces se parecen más a un videojuego que a sueños; hasta hablan de "niveles." Aunque no creo que Nolan se haya inspirado directamente en videojuegos, es cierto que la película es parte de un cierto zeitgeist, en el que los espectadores se supone pueden entender información fragmentada una vez entienden las reglas del entorno. (Nota: llevo ocho meses trabajando en videojuegos que reproduzcan la lógica de los sueños, es una de las razones por las que me atraía esta película. Esto de los videojuegos es deformación profesional.)
Lo que más me ha gustado de la película: las escenas que tienen lugar en un hotel, y el carisma de Tom Hardy incluso en un papelín tonto (este tipo me tiene fascinada desde que vi Bronson). Leo DiCaprio está tan bien como en Shutter Island, su anterior película y prima hermana de ésta en muchos aspectos (aunque la crítica no la trató tan bien). El reparto en general es estupendo, que es algo ya de esperar de las películas de este director. La pega más grande que le puedo poner a la película es que Christopher Nolan todavía no ha aprendido a dirigir escenas de acción, y como las tiene que poner para justificar el presupuesto, son los ratos que menos me importan de sus películas (véase Batman Begins y sus escenas de lucha en las que no se veía tres en un burro).
Nolan es un director brillante, y para los que sólo ven películas de Hollywood, un genio. Para mí, no es para tanto, pero siempre es un gusto ver sus obras. Me alegra de que haya un blockbuster veraniego que haga pensar, y que esté teniendo éxito taquillero. The Prestige / El truco final: El prestigio aún me parece su película más redonda, probablemente gracias a la ausencia de escenas de acción patosa. A punto de cumplir los 40, a Nolan le quedan muchos años de carrera. Dada la consistente calidad e intelecto que caracterizan sus películas, creo que lo mejor está aún por llegar.
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