viernes, 24 de diciembre de 2010

Plácido (1961): Y que tengan ustedes una Feliz Navidad

Tenía reservada para ver estas fiestas Plácido, de Luis García Berlanga, como mi homenaje póstumo y personal. Casi 50 años después de su estreno, la historia está a la orden del día: la clase obrera tiene que hacer malabarismos para pagar sus facturas, mientras que los ricos juegan a guardar las apariencias e utilizan la caridad como actividad social. Vivimos en una segunda era Berlanguiana, o a lo mejor es que nunca salimos de ella. Así que mi crónica navideña es un tanto gruñona.

Plácido Alonso (Cassen)  tiene que pagar el primer plazo de su motocarro, y para conseguir el dinero tiene que conducirlo de aquí para allá. El tiempo se agota mientras que es testigo de una situación esperpéntica tras otra, siguiendo a Gabino (Jose Luis López Vázquez), que le ha prometido que le pagará y le ayudará a convencer al notario para que le deje pagar después de plazo. Plácido tiene que ayudar en un evento de caridad, en el que los ricos llevan un pobre a su casa para que cene con ellos en Nochebuena, pero que en realizad es una estrategia publicitaria de un comerciante de ollas exprés. Los pobres, los viejos, y la clase obrera son figurantes dentro del paripé y las aspiraciones vanas de los que tienen más. Como es típico de Berlanga y Azcona, es una película coral, aunque aquí tenemos dos bandos: los pobres y los ricos. Y en medio tenemos a Gabino, niño bien que intenta mantener las apariencias, pero que también es el único que medio intenta ayudar a Plácido y que trata a la gente pobre como personas (más o menos).

No me apetecen las cursiladas navideñas y los villancicos memos para celebrar las fiestas, porque hay mucha gente que lo está pasando muy mal, y las frases manidas suenan huecas. Mis mejores deseos navideños van para los Plácidos de todo el mundo, que luchan todos los días para salir adelante en un entorno social y económico que está hecho para aprovecharse de ellos.

Como dice el villancico al final de la película:

Madre, en la puerta hay un niño
Tiritando está de frío.
Anda y dile que entre,
Que calentará,
Porque en esta tierra
Ya no hay caridad,
Ni nunca la ha habido,
Ni nunca la habrá.

Feliz Navidad.

No hay comentarios: