lunes, 10 de enero de 2005

Closer

Debo confesar que no quería leer mucho sobre esta película antes de ir a verla. Me bastaba con saber cuál era el reparto (Jude Law, Clive Owen, Natalie Portman, y Julia Roberts; esta última no es alguien que me atraiga, pero el resto sí), y que está dirigida por Mike Nichols (quien por cierto también ha dirigido Spamalot). Las críticas han sido todas muy buenas, además Nichols está de moda después de dirigir la miniserie Angels in America, de la que hablaré un día de estos cuando la vea. Así que al fin hice un hueco para verla. (Para los que queráis saber algo más, aquí está la página oficial en inglés; para los que seguís resistiéndoos a leer en inglés, también está la página oficial en español, que es una pobre copia de parte de los contenidos de la primera.)

Primera sorpresa agradable: Jude Law está guapísimo, aún más de lo habitual. Segunda: la acción tiene lugar en Londres, así que tenemos a los chicos hablando con acento británico (necesito mis raciones de british accent pa sentirme bien).

Pero lo que más me gusta es que es una adaptación teatral, en la que han sabido conservar la intensidad del escenario en términos cinematográficos. Supongo que buena parte de esto es 'culpa' de Nichols y su buena mano con los actores. También Clive Owen había actuado en la versión teatral en el National Theatre de Londres (haciendo el papel de Jude Law). Bueno, el caso es que tenía la impresión de que me había teletransportado a Londres, y estaba viendo una obra en el NT o el Royal Court, pero en película. Realmente el híbrido está muy conseguido, y yo estoy encantada de poder disfrutar de teatro contemporáneo británico por 6$.

Mientras veía la película, se me ocurrió que el autor parecía seguir la estela de David Hare (dramaturgo estupendísimo, guionista ocasional de pelis como The Hours), en los temas y la estructura. Claro que le falta el don que tiene Hare para que el diálogo suene natural y creíble, y no de obra del West End; Patrick Marber (responsable de la obra original y de la adaptación) se empeña en meter líneas que valgan como 'citas para la posteridad', recogiendo ideas abstractas para que uno se dé cuenta de qué va la obra (verdades y mentiras, fidelidad, amor, sexo, identidad). Luego he leído que es amigo y discípulo de David Mamet (que se divide ahora entre el cine y el teatro, otro de los grandes del teatro contemporáneo... americano), y la verdad es que es cierto que tiene aire a lo Mamet, en lo explosivo de las escenas y los conflictos, y en lo perturbados que están los personajes, sobre todo los que parecen más normales.

La obra es interesante... digo la película es interesante, donde lo más flojo me parece la Roberts, a la que no me puedo creer hablando de sexo sin tapujos. Natalie Portman se sale en su papel, demostrando que es más que una cara bonita (como le pasa a DiCaprio en The Aviator). Y los chicos, Jude Law y Clive Owen, realmente dan un recital espectacular. Creo que lo que más me tira de la película es la forma y lo bien interpretada y dirigida que está, mientras que los temas en sí la verdad es que me importan poco. Eso sí, me parece estupendo que se estrene una peli en los EEUU en la que hablan de sexo sin cortarse un pelo, que reciba buenas críticas, y que de momento los cristianos radicales no hayan salido a protestar. (Claro que esta no la recomendarán en los medios cristianos, porque prefieren Christmas with the Kranks....)

Tener la oportunidad de revivir mi interés por el teatro contemporáneo, que tengo abandonado porque no puedo estar a todo, siempre es refrescante. Y si encima está bien adaptado, dirigido e interpretado, pues sienta mejor. A mis amigos teatreros, no os la perdáis.

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