Por fin he visto Mar Adentro , este mismo fin de semana que ha llegado a Atlanta. A los que estáis en España os dará casi lo mismo, porque allí está ya en DVD. Pero a mí me hace mucha ilusión ver una peli de Amenábar por estos lares. He visto todas sus películas en pantalla grande, y esta no iba a ser menos.
Dejando de un lado las polémicas por el tema de la eutanasia (que ya dan lugar a discusiones bilingües en los foros de la IMDB), tengo que decir que me ha parecido una película magnífica. Es un ensayo sobre la situación en la que se encontraba Ramón Sampedro, e intenta reflejar todos los puntos de vista, aunque prevalezca el punto de vista del protagonista. Un reparto estupendo, en el que para mí los mejores son los que menos publicidad se han llevado por la película; dirección fantástica (ahora entiendo dónde entra el estilo Amenábar en esta historia); y un guión con un crescendo impecable, aunque deja con la impresión de que hay cabos sueltos. Ya he leído comentarios que la tachan de sensiblera; es cierto que consigue arrancarte más de una lágrima, pero seguro que los autores de esos comentarios no se acuerdan de las pelis de Spielberg de hace más de 10 años (y mucho ojito, que Spielberg también es mi tito, pero cuando le da por la sensiblería es insuperable).
No he leído mucho de lo que piensa la crítica americana de Mar Adentro (The Sea Inside la han llamado por acá), parece que no ha levantado mucha polémica a pesar del tema, y eso puede que sea bueno o no. La falta de polémica también puede significar falta de publicidad. No voy a ser derrotista como lo son en El Mundo, donde ya están diciendo que la película no conecta con el público estadounidense porque la recaudación está por debajo de la de La Mala Educación o la peli francesa Les Choristes, sin contar ni el número de pantallas en las que están ni el tiempo que llevan en cartel. A mí ya bastante triunfo me parece que la película haya llegado a tanta gente, y sacar a la palestra un tema polémico con sensibilidad y eficacia.
Me da lo mismo si Amenábar gana o no el oscar. Si gana, me pondré a dar botes; si no, pues me aguanto. Sigo pensando que el destino de esta película en los oscar está ligado al de Million Dollar Baby, y los que hayáis visto esta última me entenderéis. Son películas sobre gente de clase trabajadora, con pocos medios, que luchan por seguir adelante y conseguir una vida digna, que hablan con el acento de su tierra porque pertenecen a ella. Sería una injusticia que Eastwood se llevara algo y Mar Adentro no, o al revés (aunque en un rincón de mi corazoncito sigo esperando que a última hora haya un vuelco y gane tito Marty).
Inciso sobre los acentos: me ha encantado la variedad de dialectos y lenguas de la película, algo que el cine español aún se resiste a explotar (¿restos ideológicos de la dictadura?). Claro, que los hispanohablantes de este lado del atlántico parece que lo pasan un poco mal para seguir el diálogo; dos señoras argentinas en la sala se quejaban del acento gallego, y eso que es bastante light, y de lo confuso que es el español de España, sin haber caído en la cuenta que también hablan en gallego y en catalán. Entiendo que cueste seguir el diálogo al principio, pero es cuestión de acostumbrarse y pegar el oído. (Creo que ya es sabida mi postura en cuanto a la vaguería linguística del público en general, pero lo repetiré: cerrarse a aprender idiomas y dialectos es una actitud un tanto facha de la que hay que deshacerse.)
Mar Adentro me ha llegado dentro, y no pienso entrar al trapo de polémica sobre los temas de la película, o la calidad de la misma. Me gusta discutir, pero en este caso quiero preservar lo que he sentido en el cine lejos de discusiones. Tiene que ver con la película, y con poder ver de nuevo una película española en pantalla grande, ver caras familiares y conductas que te resultan cercanas, aunque nunca haya estado en Galicia :( , en contraste con la gente que me rodea aquí. Espero que se me permita tener algo de morriña.
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