sábado, 11 de junio de 2011

The Alamo Drafthouse: Prohibido Mandar Mensajes SMS

Esta semana ha hecho las rondas en internet un vídeo en el que una cliente llamaba a un cine protestando porque la habían echado de la sala mientras estaba enviando mensajes de texto por su móvil. El cine en cuestión es una cadena en Texas, The Alamo Drafthouse, los cines preferidos de Tarantino y donde Robert Rodriguez estrena todas sus películas. Cada cine es un templo donde el cine es lo primero y para demostrarlo (y hacer publicidad), aprovecharon la llamada de esta cliente reclamando su derecho a utilizar el teléfono en medio de la película y la convirtieron en un anuncio.

Aquí tenéis el vídeo en inglés (la transcripción ayuda a entender lo que dice esta niñata; los que sepáis más inglés podéis apreciar como se mofan de su acento).



El anuncio ha sido recibido en su mayoría con aplausos por parte de los cinéfilos, aunque siempre hay unos cuantos imbéciles que reclaman su derecho a molestar a los demás. El cine lo advierte bien claro antes de que empiece la película: si hablas o utilizas el teléfono durante la proyección te echan sin derecho a reclamar; si alguen te está molestando durante la película, llamas al ujier para que echen a los elementos indeseables. De hecho, en lugar del típico anuncio pidiendo que apagues el móvil, en The Alamo Drafthouse ponían este corto del bocazas de Lars Von Trier, en el que se lía a martillazos con un espectador que quiere ponerse de cháchara en un teatro.



Las normas anti-energúmeno del Alamo Drafthouse no son lo único que hace estos cines un ejemplo de templo cinéfilo. Lo primero, porque puedes ir una hora antes para disfrutar de los extras que proyectan antes de que empiece la película, mientras ves el menú y te preparan la cena. Por ejemplo, cuando fui a ver Quemar después de leer (Burn After Reading, 2008), pusieron entre otras cosas un corto de los hermanos Cohen con Steve Buscemi, el vídeo de casting de un Brad Pitt adolescente para una película de terror, y una escena de El Retorno de los Tomates Asesinos (Return of the Killer Tomatoes, 1988) con otro jovencísimo George Clooney. Como aperitivo a El tren de las 3:10 (3:10 to Yuma, 2007) proyectaron una extensa colección de trailers de Westerns de todas las épocas. Antes de Machete (2010), pusieron clips de películas de kung fu y colecciones de frases cliché de la historia del cine reciente. Cuando empieza la película, te traen silenciosamente tu cenita, que puedes ir comiendo mientras ves la película. Es el plan completo para pasar una velada cinéfila.

Pero no acaba ahí: además de organizar festivales de cine fantástico y de terror, también organizaron una serie de eventos especiales por todo EEUU, el Alamo Drafthouse Rolling Roadshow, en los que proyectan películas en los sitios donde tienen lugar: Encuentros en la Tercera Fase (Close Encounters of the Third Kind, 1977) en el Devil's Tower en Wyoming, o Tiburón (Jaws, 1975) en la playa de Martha's Vineyard, con el público sentado en flotadores en el agua mientras buzos les tiraban de los pies de vez en cuando para dar más susto.

The Alamo Drafthouse es un ejemplo de cómo se puede montar un negocio basado en la cinefilia y el respeto a los espectadores. Es un templo friki en donde no sabes qué te espera. Hace un par de años, llenaron una sala para la proyección de Star Trek II: La Ira de Khan (Star Trek II: The Wrath of Khan, 1982) con una presentación de los guionistas de la nueva saga. Después de 10 minutos, la copia "se rompió", y apareció Leonard Nimoy con las latas de la última película, que así tuvo su estreno mundial de tapadillo, con un montón de cinéfilos devotos de la serie como testigos. Sin ser trekkie, se me ponen los pelos de punta cuando veo el vídeo.

Los cinéfilos del mundo envidian a Austin, Texas por tener una cadena de cines tan devota a la cinefilia y al frikismo.

1 comentario:

Belén dijo...

Todo un show, sin duda alguna. Jeje.